miércoles
De sus manos
De sus manos tomé el universo y lo volví un cubo para guardarlo en el estuche de mis gafas. Saqué mis antiparras,y el cubo se pegó en el lente izquierdo y se coló por la mancha de mi pupila, que me dejó fotosensible esa tarde que salí a verme con él. Me puse unas gafas obscuras, así que pasó a mi lado y no me reconoció, indignada, salí de ese parque, llorando, por donde se salió aquel universo. Las lágrimas, cayeron en mis labios y mi lengua saboreó el universo. Él notó mi espalda, salió corriendo a tomarme del hombro. Me preguntó si estaba molesta, lo negué. Me besó, así que el universo fue a sus labios, a su boca, a cada milímetro de sus arterias, a cada víscera y órgano... Llegó a su cerebro, el universo modificado por mis ojos, entonces, él pensó. Pensó, mientras yo hablaba, mientras lo tocaba, mientras lo sentía. Para cuando mi universo daba la vuelta, el descubría el fuego, para cuando yo encontraba las partículas de la ciencia, él fabricaba la flecha... Para cuando yo destruía el mundo en mis neuronas, él volvió a crearme la tierra y no permitió que cayera en la siguiente dimensión: La locura.
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