Ridículo, es un término que define “algo” de lo que provoca
risa. Viene del latín rículus, que viene del verbo rídere, que significa reír,
junto con el sufijo culum, que dejaré a consideración individual de su propio
significado.
En verdad, ridículo, es una palabra, de dos vocales “i”, que
se distinguen de la tilde, otras vocales y letras, que a su vez, se distinguen
de la sociedad, porque aunque falto de lógica social, política y religiosa, se
despega del razonamiento vulgar de las pobres mentes que he tenido que conocer
en mi época, por ende, ese ridículo, contiene la escena de la divina comedia,
en donde el mortal pasea por el infierno como si fuese el cielo.
Es, pues, la relación dicotómica entre el cerebro y el
cuerpo, que contiene la palabra absurda del “querer” inherente al “desear”.
No siendo más, me dispongo a reír, porque tanta risa con
sufijo culum, me provoca, me tienta y me llama a decir: Buenas noches, mi a-razón...
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