viernes

HER en cuatro partes



Primera Parte

No llegamos a los 20 minutos. Sólo disfrutamos de esa escena del gato muerto. Celebramos estar ahí juntos, retorcidos, calientes, sucios y degenerados.

Me tomó por sorpresa, sorpresa que recibí con mi boca bien abierta. Me tomó del cabello, cabello que haló y moldeó para acercarme a su pene y mover mi cabeza a su ritmo, para provocar en él la mayor excitación. Le dije claramente que deseaba algo, se lo dije mientras respiraba un poco agitadamente: “Quiero que te corras en mi cara”

No íbamos aguantar tanto tiempo, así que me senté encima de él tan despacio que sentía como me iba clavando y me iba abriendo. Mi sexo húmedo permitió que mi orgasmo se aproximara rápidamente, entonces fue el primero, el segundo, el tercero... y hasta su entrepierna estaba lavada por mis líquidos.

Sus palabras, su voz, su gemido combinaban con los míos, a tal punto que mi cerebro parecía inundado de las drogas más potentes conocidas por el hombre, esto me llevó casi en sueños a ponerme en cuatro en frente de él y volvérsela a chupar. Le gustó, me gustó. Me miró, me morboseó, me tocó, me botó en la cama ante él, ordenándome que le abriera las piernas y al hacerlo, me penetró de nuevo. Adentro, afuera, de nuevo adentro, de nuevo afuera… Gritó: TOMA, ESTO ES TUYO. Salió tan rápido que al abrir los ojos sólo pude ver que su verga estaba en mi cara, manchándome la boca, los labios, los lentes de leer que no quise quitarme cuando comenzamos a follar.

Agitados, sudando, ardiendo, retumbando en las paredes esas palabras “sucias” que habíamos usado, no me advirtió lo que seguía, así que descansando boca abajo me di cuenta que me abrió en par las nalgas, me dio un par de golpecitos, limpió el resto de semen con mis piernas y volvió a penetrarme tan sorpresivamente que mi orgasmo fue preciso, inmediato, húmedo y estremecedor.

Abrí más mi culo a él, más abierto para que lo viera. Levanté los brazos, despejé mi espalda, mordí su ropa que terminé manchando. Me tomó de las caderas, me apretó más y más… volvió a correrse.


Esa fue la primera parte de HER… dormimos, no pudimos seguir. Claro está.

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